viernes, 3 de febrero de 2012

CONDENSADO DE BOSE- EINSTEIN

El quinto estado de la materia, Condensado Bose-Einstein (BEC), se alcanza cerca del cero absoluto de temperatura (-273 grados centígrados), mediante la condensación de miles de átomos. Su existencia fue pronosticada hace 80 años por los científicos de los que deriva su nombre.

En 1920, S. N. Bose (físico hindú) desarrolló una estadística mediante la cual se estudiaba cuándo dos fotones debían ser considerados como iguales o diferentes.

A efectos de lograr su apoyo ante la Comunidad científica, le envió sus investigaciones a A. Einstein, quien, además de apoyarle, aplicó lo desarrollado por Bose a los átomos. En 1924-25, ambos predijeron que átomos extremadamente fríos podrían condensarse en un único estado cuántico.

En 1995, un equipo dirigido por los físicos estadounidenses Eric Cornell y Carl Wieman atrapan una nube de 2 mil átomos metálicos congelados a menos de una millonésima de grado sobre el cero absoluto, produciendo el condensado de Bose-Einstein o “burbuja mecánica cuántica”.

No todos los átomos siguen las reglas de la estadística de Bose-Einstein. Sin embargo, los que lo hacen, a muy bajas temperaturas, se encuentran todos en el mismo nivel de energía.

Los científicos enfrían unas partículas llamadas bosones hasta alcanzar temperaturas muy bajas.

Los bosones fríos se unen para formar una única súper-partícula que es más parecida a una onda que a un ordinario trocito de materia. Los BECs son frágiles, y la luz viaja muy lentamente a través de ellos.

Este logro permite la construcción del láser atómico en 1997 y el desarrollo de la medición de alta precisión y la nanotecnología.

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